Lo que más me impresiona de Lindy es su combinación de poder y accesibilidad. Anteriormente, pasaba horas calificando prospectos y programando reuniones. Con Lindy, creé un "asistente" que monitorea mi correo electrónico, entiende el contexto de una nueva conversación, verifica si el prospecto se ajusta a nuestro perfil ideal y, si es así, sugiere horarios disponibles en mi agenda. Es como tener un empleado dedicado trabajando 24/7. La interfaz de construcción visual, que se asemeja a ensamblar bloques de LEGO, hace que crear estos flujos de trabajo complejos sea algo que incluso yo, sin conocimientos de programación, puedo hacer. El ahorro de tiempo es real y me permite centrarme en tareas estratégicas en lugar de operativas. Reseña recopilada por y alojada en G2.com.
Aunque la herramienta es fantástica, la curva de aprendizaje para flujos realmente complejos puede ser empinada al principio. Crear una automatización simple es rápido, pero cuando comienzas a agregar múltiples condiciones, ramas e integraciones con diferentes APIs, se necesita planificación y algo de prueba y error para acertar con la lógica. Además, el precio, aunque justificado por el ROI, puede convertirse en un factor limitante para equipos pequeños a medida que necesitas más "Lindies" o tareas mensuales. Es una inversión premium, y sería genial ver planes intermedios que se adapten mejor a los equipos en crecimiento. Reseña recopilada por y alojada en G2.com.
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